Plantillas

Durante el intervalo de tiempo que va desde la carga máxima y el despegue, las cabezas metatarsales sufren por desequilibrios en la distribución de las cargas. En estos casos se debe de recomendar un soporte plantar.

La mayor parte de los callos ó hiperpresión en alguna de las zonas del pie, se resuelven con un zapato adecuado, ortesis de silicona blandas a medida ó en su defecto, se confecciona una plantilla con molde de escayola en descarga.

 

Hay diferentes factores patognomónicos que originan una insuficiencia del antepié (artrosis, garra, luxaciones, tendinosas, capsular),para mitigar todos estos dolores, la persona se debe de mentalizar en la utilización de un calzado adecuado; la mayor parte de las metatarsalgias, aproximadamente un 75% aparecen en mujeres entre 18 y 50 años.

Antes de que exista una contractura exagerada de los flexores (garra) y, de la bóveda anterior, conviene confeccionar una plantilla no estandarizada. En ocasiones y, después de un periodo de adaptación al soporte plantar, es recomendable realizar una ortesis de silicona, con la finalidad de elongar los tendones retraídos contribuyendo a un apoyo más equilibrado.

La finalidad de cualquier ortesis, relacionada con el pie, es la descarga de las zonas de hiperapoyo, distribuyendo equitativamente en un mismo plano las zonas alteradas por múltiples factores.

 

Bajo mi punto de vista, la confección de la plantilla la debe de realizar el Podólogo, mediante un molde de escayola (negativo), manipulando el pie en descarga, elongando al limite los extensores, acentuando la concavidad de la bóveda anterior y, neutralizando al mismo tiempo el retropié.

Es conveniente confeccionar una plantilla que se adapte perfectamente a la concavidad ocasionada por la infiltración de un tumor para mitigar el hiperapoyo ocasionado por la pérdida del tejido de granulación, para su adaptabilidad a el tejido fibroso neoformado.

Para conseguir una concavidad idónea, es conveniente realizar una plantilla con polímeros de silicona y con un catalizador lento, con el fin de conseguir la blandura idónea en cada caso.

 

Una vez conseguido el molde, si la concavidad que obtenemos no es de nuestro agrado con relación a la patología que presenta el paciente, rectificaremos el positivo según arte.

La mayor parte de los callos que aparecen en el pie, se pueden corregir con la elección de un calzado adecuado y, la utilización de plantillas u ortesis de silicona, durante un tiempo limitado o ilimitado.

 

Si una determinada persona tiene que utilizar plantillas u ortesis, debe de concienciarse en la utilización de un calzado amplio, de cordón, hebilla o velcro, para que el pie no se encuentre oprimido. La elección de un calzado idóneo, con relación a la patología del pie, va a depender la efectividad del tratamiento. Cuántas personas he conocido que prefieren operarse de los pies, con tal de no utilizar un zapato «feo», la lista seria interminable.

Recomiendo a aquellas personas que han sido intervenidas de alguna deformidad del pie (juanetes, garra, etc.) utilicen durante al menos 6 meses un calzado amplio, pala alta, suela de cuero, de cordón y, cuando desaparezcan los dolores postoperatorios, utilizar plantillas u ortesis de silicona, con la finalidad de adaptar el pie a las nuevas exigencias morfológicas, repercutiendo favorablemente a una mejor deambulación.